La Due Diligence en la CPP
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Vivimos tiempos convulsos en el mundo de la colaboración público-privada, CPP. Los profesionales tanto del sector público como del privado que estamos involucrados en la gestión de contratos de CPP vemos, prácticamente a diario, situaciones controvertidas en la vida de contratos públicos con todo tipo de casuísticas, concesionarias en concurso, reclamaciones de reequilibrios económicos, cambios regulatorios inesperados, rescates anticipados de contratos por incumplimientos, etc. Los sectores que se encuentran involucrados también son diversos: equipamientos deportivos públicos, autopistas, infraestructuras de abastecimiento de agua potable, aeropuertos o energías renovables; por citar algunos de los más sonados o que tienen mayor repercusión pública.
Los porqués de haber llegado a estas situaciones obedecen normalmente, por un lado a causas comunes a todos ellos, entre las que se encuentra como elemento común en casi todos la crisis económica, y por otro lado a causas específicas del sector en concreto, así ténganse como ejemplos, entre las más destacadas: la subida del tipo impositivo del IVA, el coste de expropiaciones, los errores en el proceso de licitación, los cambios regulatorios.
Este escenario sitúa a la mayoría de estos contratos en un momento temporal en el cual ya se ha superado la fase de licitación y la fase de inversión, estando muchos de ellos ya en la fase de explotación. Llegados a una etapa que podemos considerar madura del contrato y ante la aparición de una crisis que violenta el desarrollo pacífico del contrato, es de vital importancia disponer de un completo historial o Due Diligence con toda la documentación asociada a los contratos.
Será esta documentación, combinada con una óptima e inteligente gestión de ella, la que nos permita hacernos con el timón del contrato. Una notificación no archivada, una acta de una Comisión de Seguimiento, una auditoria anual o cualquier documento vinculado directamente con la concesión puede adquirir vital importancia dentro del marco de la gestión del conflicto, abrir puertas y facilitar una airosa salida del mismo.
Asimismo, una nueva gestión del contrato, sea a través de un nuevo concesionario o por la propia administración concedente, con el servicio público que lleva aparejado, debe trasladar toda la documentación de lo ocurrido durante la vida del contrato. En el momento que aparece la situación conflictiva no hay tiempo material de preocuparnos de recomponer el archivo documental de lo acontecido, pues normalmente la propia gestión del conflicto colapsa a los implicados y acaban gobernándose con la documentación existente.
Por tanto no deberíamos, ni la parte pública ni la privada, esperar a que se produzcan estas situaciones de conflicto, en muchos casos ajenas a las partes directamente implicadas, para actuar. Debemos ponernos manos a la obra e ir recopilando y digitalizando toda la documentación que forma la Due Diligence del ciclo de vida del contrato, englobando todas las áreas: técnica, jurídico-administrativa y económica y así mejorar la eficiencia de la CPP. Los recursos públicos, la seguridad jurídica y por añadidura los ciudadanos que disfrutan de los servicios públicos nos lo agradecerán.